martes, 26 de febrero de 2013

Hoe gaat het?

Pues la verdad que últimamente no sabría qué responder...
 
Desde mi última entrada, y ya unos días antes, el clima por aquí no ha sido muy benévolo que digamos... Frio, viento, sol, nieve, lluvia, nubes, y con varios de los fenómenos meteorológicos en un mismo día. Esta ha sido la tónica general hasta que este fin de semana pasado el tema se ha estabilizado y sólo hemos tenido dos cosas: bastante frio y nieve sin parar de viernes noche a domingo.
 
Espero que esta última gran nevada haya sido, en efecto, la última de este invierno. Y es que estoy hasta las narices de la nieve. Al principio es novedad y tiene su gracia, al menos para los que hemos pasado casi toda nuestra vida sin ver caer agua en forma de copos, pero con el paso de los días las incomodidades aumentan. Este fin de semana pasado por ejemplo, no pude salir a cumplir kilómetros con la bici, pues las carreteras y carril bici estaban imposibles entre hielo y nieve, los -4º eran lo de menos. No me quedó más remedio que montar la bici en el rodillo, al igual que entre semana.
 
El caminar por la calle es otra historia cuando las aceras está cubiertas de hilo y nieve, pues hay que caminar con cuidado para no resbalar e inevitablemente, hacerlo de forma más lenta. Cuando la nieve se empieza a derretir tampoco mejora mucho el panorama, pues si siguen las temperaturas bajas se forma hielo, y si no es así, la calle toma un aspecto bastante sucio gracias al barro-nieve.
 
Aquí en Holanda es curioso, pues esta gente se preocupa más de mantener limpios de nieve los carriles bici que las aceras, y he ahí la confluencia de ciclistas urbanos y peatones en el carril bici.
 
Supongo que en un lugar de alta montaña o en los países nórdicos la vida con nieve será distinta, pues la cantidad de nieve es mucho mayor y hay ciertas actividades que uno o bien no se plantea hacer o bien existen actividades alternativas. Aún así, he disfrutado en algunos momentos de la nieve, como las primeras veces que ves nevar en serio y te encuentras la ciudad de color blanco, salir a correr y hacerlo sobre un manto blanco con una iluminación increíble en plena noche.
 
Dejando el clima a un lado, últimamente ando bastante liado entre el trabajo, las clases de holandés de seis horas semanales, intentar dar pedales aunque sea en el rodillo y tareas varias.
Por si fuera poco, dos semanas tensas pendientes de si nos concedían o no un piso nuevo al cual nos mudamos finalmente este fin de semana. Jaleo de papeleos, cambio de contratos de suministro, contratar internet, comunicar cambios de dirección a distintos organismos, etc. 
Pasamos de cuatro a dos personas, de trabajadores y estudiantes a sólo trabajadores, de una combinación hispano-alemana a sólo marinenses. Pagaremos más, pero estaremos más cerca del trabajo, más céntricos, con más servicios a mano y con mayor independencia y tranquilidad en el piso, a nuestra bola.
 
El sábado visitamos el Ikea. Un café decente:
 
 
 
El domingo descubrí que me habían robado la mountain bike. Estaba guardada en el trastero. Le tenía cariño a esta bici... más de tres años con ella en muchas rutas, entrenamientos, carreras, subiéndonos a algún podium y recogiendo trofeos y un open de Galicia. Dejo dos fotos que me gustan... de una carrera en Arteixo 2011 y de mi última ruta con ella hace un mes:


 
 
 
 
 

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